sábado, 10 de abril de 2021

Lucía Moreno: "Soy muy analítica y a veces me cuesta entender las emociones"

El Bàsquet Femení Sant Adrià aplasta al Real Canoe tras una segunda parte perfecta (85-59) y se acerca a la final de la fase de ascenso a Liga Femenina Endesa de Leganés

Lucía Moreno. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. 

Toni Delgado (@ToniDelgadoG) #baloncestofemenino #FaseFinalLF2

—¡Es una pasada hablar con Lu! –me avanza Mariona Teixidó.

Y Lu, Lucía Moreno (2000), no tarda en demostrar que el comentario no es pasión de amiga. La ala-pívot del Bàsquet Femení Sant Adrià es una excelente conversadora y consigue que la conversación parezca cara a cara y no por Zoom.

Le pregunto qué le inquieta más del Real Canoe y el Fundación Navarra Baloncesto Ardoi, sus rivales en el grupo 4 de la fase de ascenso a Liga Femenina Endesa de Leganés. "No sabría qué responderte. Son dos grandes equipos sobre los que Daniel José y el resto del cuerpo técnico nos han dado pinceladas muy concretas. Necesitamos recuperar nuestra seña de identidad, esa intensidad altísima que nos permite lograr canastas y ventajas sencillas", me cuenta el miércoles.

Hoy viernes las palabras de Lucía Moreno se reflejan a la perfección en el Pabellón Europa. Las sufre el Real Canoe, que llega al descanso 29-29 con una excelsa Irene San Román (12 puntos), una Irene Baeza omnipresente y una Patricia Soler que no coge los frutos a su insistencia. En el Bàsquet Femení Sant Adrià Mariona Teixidó es dinamita, y Marina Vallés y Nora Galve anotan canastas difíciles en una primera parte repleta de errores mayúsculos. 

Tras el descanso, el Bàsquet Femení Sant Adrià sube más la intensidad y aplasta al Real Canoe. Mariona Teixidó y Helena López, capitanas lilas, inician un parcial de 22-7 (51-36 a los 27m 32s). Marina Vallés vuela para sacar un dos más uno, y Nora Galve se inventa un pase por detrás para Teixidó. El conjunto de Daniel José disfruta e, insaciable, amplía la renta a 33 puntos (83-52 a 1m 33s) tras dos canastas de Nora Galve, que completa quizás su partido más brillante con el primer equipo. Vencedor por 85-59, el Bàsquet Femení Sant Adrià jugará el domingo una de las finales por una plaza en la élite si mañana sábado gana al Fundación Navarra Baloncesto Ardoi o pierde por 14 puntos o menos.  

Lucía Moreno aporta intangibles y la estadística apunta lo visible: un 0/1 en tiros de dos, una falta personal, dos rebotes, una asistencia y una recuperación. Esta estudiante de 3º de Medicina se define como una "esponja" a la que le gusta preguntar y escuchar. 

La ala-pívot catalana durante el Barça CBS-Bàsquet Femení Sant Adrià. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. 

"Puedes aprender de cualquiera y hay personas tan interesantes... Me encanta el debate sano", reconoce Lucía Moreno, siempre inquieta. Devora libros desde pequeña y ahora está atrapada con Lectura fácil, de Cristina Morales. "La historia de Nati, Patri, Marga y Àngels, que tienen diversos grados de 'discapacidad intelectual' y comparten un piso tutelado, te amplía la mirada y te hace reflexionar mucho", explica. 

Su momento más extremo en el baloncesto fue su primer campeonato de España cadete, en 2015 en León. 

—No paraba de llorar de emoción. He perdido la cuenta de cuántas fotos tengo con lágrimas en la cara después de los encuentros. ¡No me podía creer que me estuviese pasando eso a mí! Fue la semana más intensa de mi vida. Soy muy analítica y a veces me cuesta entender las emociones. El momento de euforia colectiva es indescriptible. ¡Tu cuerpo vibra! Esa sensación engancha –recuerda Lucía Moreno. 
—El baloncesto es incertidumbre y la incertidumbre... ¡Engancha! ¿El baloncesto te pone la piel de gallina? 
—¡Muchas veces! Competir está muy bien, pero le doy más valor a las sensaciones diarias. En un torneo pueden pasar mil cosas, pero lo innegociable es que no te dejes el alma o no aprendas... El baloncesto me ha ayudado a concentrarme mejor e ir a por todas. También a optimizar el tiempo. Si tengo dos horas para estudiar, las aprovecho al máximo... 

La montaña es su refugio cuando las restricciones sanitarias lo permiten: "A veces soy un caos interno y necesito mi espacio para saber qué pienso y qué siento. Así que me escapo a la naturaleza con mi perro". 

"Gedna, ¿estás bien?". Lucía Moreno. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.

—¿Te esperabas la llamada del club?
—¡Ni mucho menos! Fue brutal. De pequeña jugaba en las categorías inferiores y cuando veía entrenar y jugar al sénior lila de Liga Femenina 2 se me caía la baba... ¡Lo veía como algo inalcanzable! Hace unos días una niña, Berta, nos envió un dibujo. ¡Nos había retratado a todas para desearnos suerte para la fase de ascenso! Pensé que hace unos años podía hacer sido ella. Es un sueño diario estar en el primer equipo del Bàsquet Femení Sant Adrià. 
—¿Cuánto tardaste más o menos en decidirte?
—Una semana, más o menos. En casa me dijeron que me apoyarían mi elección. Me costaba dormirme. Le di mil vueltas... Me decidí en esta habitación. Pasar de Copa Catalunya a Liga Femenina 2 era dar un gran salto y dedicarle más tiempo al baloncesto.  

Es fácil saber cuál es la camiseta de entrenamiento de Lucía Moreno durante un entrenamiento o un partido. Es la única que está doblada en el suelo: "Empecé a hacerlo para saber rápido cuál era la mía y lo convertí en una rutina. En general, soy ordenada, aunque no sé si mi madre diría lo mismo. [Risas]".  

La camiseta de calentamiento de Lucía Moreno. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.

"Lo que más valoro de Lucía es su capacidad para escucharte y darte su opinión. No intenta complacerte. Dice las cosas cómo las siente. En la pista tendría que ser más egoísta, pensar más en ella y lanzar tiros que sabe que pueden entrar", te retrata tu compañera Marina Vallés.  
—Marina es una gran persona. Ha sido algo mutuo. Ella también me ha escuchado mucho a mí. Doy mi opinión, pero siempre desde la asertividad. Y tiene razón. Tengo que tener más confianza, sobre todo en ataque. Necesito participar más. Hasta no hace tanto me autocastigaba cuando fallaba. Daniel José se dio cuenta y me dejó claro que confiaba a mí. De mí valora mucho el rebote ofensivo, que da muchas oportunidades al equipo.   
Cuando le pregunto por sus orígenes en el Bàsquet Círcol, Lucía Moreno sonríe. Recuerda un grupo muy sano y con entrenadores y entrenadores llenos de pasión. Gerard, Rita, Mar... Todavía siguen en contacto. Para la ala-pívot del Bàsquet Femení Sant Adrià el baloncesto entonces era "una especie de extraescolar muy divertida. Me enamoré de este deporte en el patio y pedí a mis padres que me apuntasen. Hasta ese momento hacía ballet, que no se me daba demasiado bien... [Risas]", recuerda Lucía Moreno. 

¡Canasta de Lucía Moreno! Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.

"Lu es la reina de los intangibles: un corte cuando toca, una ayuda a tiempo, la pausa si el equipo está revolucionado... Siempre está sin querer ser protagonista. Es trabajadora, exigente y siempre pone por delante al equipo", te describe Berta Sellarès, con quien coincidiste en el Grup Barna. 
—No sé qué decir... Para mí Berta fue un descubrimiento. Tenemos una conexión especial y hablamos de cualquier cosa. He aprendido que se puede ayudar mucho más allá de que reflejan las estadísticas y que los aspectos invisibles se priorizan mucho más en un sénior. Juego en un equipo muy generoso. Compartir valores es mágico.  

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